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Anfiteatro Romano de Cartagena

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Anfiteatro Romano de Cartagena

El Anfiteatro romano de Cartagena es un edificio conocido desde antiguo; estuvo siempre visible causando admiración por sus dimensiones y solidez, existiendo referencias desde el siglo XIII cuando el poeta andalusí Hazim Al-Qartayanni menciona la Casa de los Leones. En 1598 el licenciado Cascales relata: “A la falda del castillo… existían grandísimos fragmentos de edificios... y su famoso coliseo, no de grandeza menor que el romano...De aquí los vecinos, sin orden, han sacado lindas piedras, figuras, antiguallas y columnas.... y aquellos pedaços por allí derramados llaman ahora Antiguones....”

Durante el siglo XVIII el edificio será descrito y dibujado minuciosamente por viajeros, eruditos locales y sobre todo por los ingenieros militares que fortificaban la ciudad en época de Carlos III como S. Feringán o M. Vodopich.

La construcción del Real Hospital de Marina y del Pabellón de Autopsias (1768) propiciará la conversión del Anfiteatro en un cementerio hasta la creación del cementerio municipal de Santa Lucía. Finalmente, en el año 1854, se construirá la Plaza de Toros, un edificio sin cimentación propia que se asienta directamente sobre la construcción romana a partir del cual se perderá la memoria urbana del Anfiteatro hasta el comienzo de las excavaciones arqueológicas en 1902.

Las sucesivas campañas de excavación realizadas siempre bajo la servidumbre del coso taurino han ido mostrando un edificio romano monumental, de gran unidad constructiva, que conserva alzados medios de 4 m. de altura llegando hasta los 11,40 m. junto al cortado de la calle Gisbert.

El Anfiteatro Romano es un edificio de espectáculos de planta elíptica, destinado a los juegos gladiatorios y venationes, construido a mediados del siglo I d. C. y con capacidad para albergar entre 10.000-11.000 espectadores.

El anfiteatro se edificó en una zona periférica de la ciudad, sobre un barrio artesanal como lo demuestran los restos íberos y púnicos hallados en su cimentación. Fue construido adaptándose a la accidentada topografía del terreno con una técnica mixta, con la mitad NW excavada en la ladera del cerro de la Concepción, mientras que parte sur se asienta sobre muros radiales y bóvedas. Está fabricado principalmente con opus caementicium revestido por opus vitattum con bloques de andesita, utilizándose puntualmente sillares de caliza y de arenisca sobre todo en el podium.

Los dos accesos principales se encuentran en los extremos del eje mayor, conocemos la entrada del sector SW formada por un pasillo de anchura uniforme de 4,60 m. y 20 m. de longitud, cerrado por sus extremos con sendas puertas de madera, en su interior se abren cuatro habitaciones abovedadas y simétricas, las interiores se abren directamente a la arena.

Tras el muro realizado con sillares del podium de 2 m. de altura, se conservan en excelente estado la ima cavea formada por los cuatro primeros niveles de grada a los que se accedía por una escalera que daba a primera paecintio o pasillo.

Debajo del anfiteatro de estructuras más monumentales, se documenta un segundo anfiteatro más antiguo, realizado en adobe vinculado con el asentamiento de tropas en Carthago Nova y que posiblemente sea junto al de Carmona uno de los más antiguos de Hispania.

En el año 1738 el presbítero López del Castillo tuvo la pía iniciativa de edificar en el antiguo Anfiteatro romano una ermita dedicada a los santos mártires cristianos de Cartagena, lo que finamente no se llevó a cabo, aunque para ello realizó unas excavaciones en la zona sur del anfiteatro que pusieron de manifiesto la existencia de varias estancias antiguas, descritas por Nicolás de Montanaro (1750) y minuciosamente delineadas por Juan de Talamanco en el año 1751, quien hizo dos dibujos donde, con pequeñas variaciones, muestra las estructuras del eje menor del edificio romano tal como se veían a mediados del siglo XVIII.

En la campaña arqueológica de 1999 se documentaron los techos de estas estancias en el espacio entre los muros de la plaza, y finalmente en el año 2011 se hizo un amplio sondeo en el eje menor del anfiteatro que puso al descubierto la existencia de tres ambientes abovedados tapiados en época moderna. La intervención actual ha permitido documentar los interiores de las mismas, con las cubiertas abovedadas originales de 2,90 m. de altura en excelente estado de conservación; la central, que se abre directamente a la arena, tiene una anchura uniforme de 3 m. y una longitud aproximada de 20 m., comunicándose con las estrechas estancias laterales por accesos interiores. La funcionalidad de las mismas es diversa, ya sea como habitaciones de servicio o de almacenamiento.

Por debajo de la carcer central discurre una doble canalización formada por dos atarjeas superpuestas con cubiertas originales que tenían pendiente hacia el mar y que servían para drenar las aguas del interior del anfiteatro. La altura interior de las mismas, superior al 1,50 m., permitía la limpieza directa por los operarios.

Gráfico del Anfiteatro Gráfico del Anfiteatro
Gráfico del Anfiteatro
Gráfico del Anfiteatro
Imagen del Anfiteatro
Imagen del Anfiteatro
Logotipo del Anfiteatro Romano de Cartagena
 

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